Lanza Gustavo Thomas nueva
edición del Método de actuación
de Antonio González Caballero

Han transcurrido nueve años desde la muerte del pintor, guionista, caricaturista, pedagogo, dramaturgo, escenógrafo, teórico y director teatral Antonio González Caballero, acontecida en mayo de 2003 en la ciudad de México. El autor, que muy probablemente había nacido a fines de junio o principios de julio de 1927 en San Luis Potosí, tenía 75 años de edad y había dedicado los últimos treinta a desarrollar y perfeccionar su mayor legado al teatro: el Método de apoyos para el actor, cuyo germen se remonta a los años cincuenta, pero cuyos resultados cristalizaron a través de su Taller–laboratorio para profesionales del teatro, a partir de 1973.

No se puede resumir el sistema actoral de González Caballero en unas cuantas líneas sin trivializarlo. Con esta reserva, puedo decir sin embargo que la almendra del método es el llamado “Cuadro de personaje”, que pone a trabajar la imaginación y la carga bioenergética del actor dentro de una estructura que echa mano, entre otros apoyos, de los cuatro elementos de la filosofía pitagórica, del manejo de la bioenergía en sus distintas zonas de concentración en el cuerpo y el desarrollo de una serie de pesos escénicos inspirados en los Arcanos Mayores del tarot. A estos apoyos se añaden rasgos como la actitud del personaje ante la vida (ya fársica, trágica, melodramática u otra), su grado de extroversión o de introversión, así como un tratamiento instalado en alguno de los cuatro grandes estilos emprendidos por los maestros de los que abrevó González Caballero: Chéjov, Ibsen, Strindberg y Pirandello.
Lo importante de semejante estructura es que otorga un andamiaje absolutamente sólido, absolutamente confiable y, a la vez, absolutamente generoso y abierto, para que los creativos de la escena puedan construir con profundidad y firmeza un personaje determinado.
Por lo demás, y a diferencia de otras propuestas actorales, los cimientos de la técnica de González Caballero se establecen a partir de la secuencia impulso-cuerpo-voz, que determina el tránsito correcto de la energía para emprender el resto del trabajo.

A pesar de su extraordinaria riqueza, el método actoral de González Caballero sigue siendo bastante desconocido, por más que en Morelia –para hablar del caso doméstico– tenga un bastión en el foro La Mueca y otro canal de manifestación en las aulas del Cedart Miguel Bernal Jiménez, a los que se sumaría la influencia en el medio académico del poeta, escritor y dramaturgo Sergio J. Monreal, quien, en su faceta de actor, se formó en el sistema.
Yo me topé con la técnica, aquí en Morelia, a comienzos de los años noventa. Mi primer contacto con sus resultados sobre un escenario se dio a través del trabajo del extinto grupo teatral ΠQ2 (primero con su puesta de X + Y o los amigos, en la Muestra Estatal de Teatro de 1990 ó 1991; luego con otros trabajos del mismo grupo, entre ellos El vuelo de Apolodoro y Los ojos perdidos de Mirmidón). Casi simultáneamente, pude vivir de cerca el quehacer del grupo La Mueca (una agrupación a la que le seguí el paso hasta más o menos 1999), cuyos fundadores se formaron directamente con González Caballero. Otra aproximación que en su momento me permitió confirmar las virtudes del método fue la experiencia de presenciar la versión de Sombra de la sombra, con la que el grupo poblano A trasluz llevaba a escena, hacia 1996, una de las mayores novelas de Paco Ignacio Taibo II, en dirección del finado director Guillermo Willy Cabello (1959-1997), quien fue otro adelantado alumno de González Caballero.
Más recientemente, apenas el año pasado, tuve una nueva experiencia de este tipo con el trabajo que emprendieron Alejandro Yustiaza (actor) y Eva Sánchez (dirección actoral) para constituir al personaje del monólogo Diván (Marco Antonio de la Parra, 2003) en versión de Fernando Ortiz.
Por lo demás (e independientemente de un único y significativo encuentro que tuve con el autor, una noche de 2001 en su concentrado departamento de la calle 20 de Noviembre, en el centro de la ciudad de México), fue en los primeros meses de 2008 cuando mis exploraciones por la red me condujeron a cierta página en la que el realizador Gustavo Thomas ha estado emprendiendo un importante esfuerzo para difundir el sistema de su maestro a través del escaneo y la publicación de apuntes en torno al método, originales del autor potosino adoptado celayense, a los cuales Thomas ha acompañado con diversos comentarios y observaciones.
Este ejercicio, desplegado en el blog El Método de Actuación de A. González Caballero, merece una atención especial. A lo largo de unas 260 entradas o post, Thomas ha estado compartiendo una tarea que, en cierto sentido, ya había cumplido hace tres lustros, cuando dentro de su Esférica Ludens emprendió una pequeña edición privada con los contenidos del sistema.
Ahora, aprovechando las bondades divulgadoras de los nuevos soportes informáticos, Gustavo Thomas ha podido, desde su residencia en Toronto, hacer asequibles los contenidos de un método cuyos valores (casi no tendría por qué acentuarlo) son incluso extra–teatrales en dos sentidos: el método se puede adaptar y aplicar perfectamente bien a otros ámbitos, como los de la música, las artes visuales o la literatura, por ejemplo. Y, desde luego, hay un orden científico genuino en esta técnica, que también la puede convertir en un eficaz instrumento para el conocimiento de uno mismo… un “conocimiento de uno mismo” que implica, en sí, un “construirse a uno mismo”.

Y todo esto viene a cuento porque apenas la semana pasada, el 3 de mayo, Gustavo Thomas anunció en su blog que, luego de cinco años de trabajo tesonero, tiene lista la prueba final de un libro que distribuirá en la modalidad de “publicación por pedido” y en el cual reúne nuevamente, con los afinamientos propios que ha traído el tiempo consigo, los contenidos del Método de apoyos para el actor de Antonio González Caballero.
Thomas indica que el precio inicial de la publicación es de veinte dólares más los gastos de envío y que la transacción se puede concretar en el sitio Createspace y en la librería de Amazon.com.

Acerca de la modalidad elegida para difundir el libro, Thomas señala:
El término ‘publicación por pedido’ lo considero una maravilla, porque implica un ahorro de papel y un seguro en la inversión, así no se publican cientos o miles de ejemplares, que por una mala distribución o falta de recursos para su publicidad, son almacenados o tirados a la basura y que nunca llegan al interesado.
“Una de las ventajas de esta auto publicación y venta a través de Amazon.com –añade– será que en poco tiempo (alrededor de un mes) el libro estará también disponible en formato electrónico, es decir, que podrá ser "bajado" a la computadora, al iPad (cualquier tablet) o al teléfono celular (iphone, android, etc.) a través de la aplicación Kindle, a un menor precio y sin costo de envío, claro está”.
Thomas expresa, en el post donde anuncia la buena nueva: “Una deuda es saldada con esta publicación (casi 25 años de espera) y con ello descanso, pero continuar su obra, transmitiéndola y expandiéndola, nunca se detendrá”.
Y en la reproducción de una parte del prólogo del libro, detalla, entre otras cosas:
Este texto primeramente es un documento. Durante varios años, entre 1986 y 1993 grabé varias sesiones y entrevistas alrededor del método de actuación de Antonio González Caballero, momento crucial para hacerlo porque el método se encontraba ya en una etapa de madurez, con una estructura totalmente definida e iniciaba su prueba en escuelas profesionales de actuación, más allá del laboratorio exploratorio. Esas grabaciones las transcribí digitalmente y fueron revisadas posteriormente por el mismo González Caballero. Las transcripciones son publicadas en este libro en su totalidad, son un documento fiel de su voz y de su manera de trabajar su método; al leerlas leeremos la voz de quien fue su creador, guía, maestro y teórico.
Este texto es también una guía práctica de trabajo del método para actores y maestros de actuación interesados en transmitirlo. He decidido, y es porque así también lo quería González Caballero, que el libro fuera publicado de una manera en que el método pudiera ser seguido exactamente como se trabajaba con él, paso a paso, apoyo por apoyo, corriente actuacional por corriente actuacional. Me he sentido con la seguridad de hacerlo así después de haber estudiado, guiado y practicado con el mismo durante más de 20 años, siendo casi diez de esos años al lado de González Caballero. La estructura entonces de sus textos obedece a ese seguimiento práctico de la técnica de actuación, de principio a fin, con mínimos comentarios teóricos de mi parte. Las palabras de González Caballero están en el orden que él mismo daba al método y mis palabras coadyuvan, creo yo, a dar lógica a ese seguimiento, agregando explicaciones, ejercicios e introduciendo a ciertos tópicos. Se suma además la transcripción de comentarios que los alumnos hacían después de varios de esos ejercicios dirigidos por su maestro y guía.
El libro, ustedes lo notarán inmediatamente, está plagado de citas en cursivas donde las palabras de González Caballero son totalmente rescatables; en el caso de que se necesite trabajar sólo con el documento histórico, se podrán fácilmente aislar sus palabras de mis propios textos”.

Los enlaces donde los interesados por este libro pueden realizar la compra, así como el vínculo al blog de Gustavo Thomas, los he compartido varios párrafos arriba. Bon appetit