Obra de Zalce en el Museo

Nacional de la Acuarela

Inauguran retrospectiva del autor michoacano en el recinto coyoacanense; permanecerá abierta al público hasta el próximo 10 de enero

Una escultura de Alfredo Zalce, de tema político, en la exposición abierta este domingo en el Museo Nacional de la Acuarela.

Con 51 obras en 17 técnicas distintas que abarcan del batik a la escultura en bronce, 26 de ellas procedentes de colecciones particulares y otras 25 pertenecientes al acervo del MACAZ, la obra visual del autor michoacano Alfredo Zalce (1908-2003) encontró este fin de semana un nuevo nicho de exhibición, capaz de alcanzar a nuevos públicos, con la exposición “Alfredo Zalce, revolucionario de la plástica michoacana”, que fue inaugurada en instalaciones del Museo Mexicano de la Acuarela Alberto Guati, en el antiguo barrio de Coyoacán, en la ciudad de México.

Una imagen del acuarelista mexicano alberto Guati, fundador del Museo Nacional de la acuarela

Recinto anfitrión
El Museo de la Acuarela es un foro que abrió sus puertas a finales de los años sesenta, en 1967, originalmente en la colonia Roma, a iniciativa del autor visual morelense Alberto Guati Rojo (1918-2003), quien acondicionó como museo su domicilio, alojado en una antigua casa porfiriana.
Tras el sismo de 1985 y cuando el museo ya contaba con un acervo de 300 piezas, el gobierno de Miguel de la Madrid respaldó el proyecto de Guati Rojo y en abril de 1987 entregó en comodato sus actuales instalaciones, en el barrio de Coyoacán.
La muestra dedicada al artista nacido en la ciudad lacustre de Pátzcuaro se encuentra en la galería de exposiciones temporales Berta Pietrasanta, del propio museo, donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 10 de enero. La exposición ha sido inaugurada apenas dos semanas después del Día Mundial de la Acuarela, que se conmemora cada 23 de noviembre y que fue instituido por el propio fundador de este museo.

El secretario de Cultura de Michoacán durante su intervención en el acto de protocolo.

Un homenaje permanente
Al celebrar la inauguración en este espacio y puntualizar su perspectiva en torno a la difusión de la obra de Alfredo Zalce, el secretario de cultura de Michoacán, Jaime Hernández Díaz, recordaría durante el acto de protocolo que en ocasión de la magna exposición Zalce Total, en diálogo con el artista homenajeado, este le confesó su desacuerdo con el título de la retrospectiva. No podía ser “Zalce Total” puesto que él no había muerto y la muestra, a pesar de su amplitud, distaba de reunir la rica diversidad de técnicas, épocas y temas del realizador.
“A partir de esa plática –dijo el funcionario– yo me convencí de que ‘Zalce total’ tendría que ser un homenaje permanente, a partir de la obra del artista en resguardo del Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, es decir que su obra no se quedara embodegada, sino que se mostrara y que también se rastreara la obra de los coleccionistas para que estuviera en condiciones de ser apreciada”.
En tal contexto, Hernández Díaz indicó que la exposición en el Museo Mexicano de la Acuarela “enmarca esta idea de los homenajes permanentes, a fin de que la sociedad mexicana pueda tener siempre en mente a este artista que fue un hombre muy comprometido con la realidad de nuestro país y que además de sus capacidades artísticas personales tenía la gran sensibilidad de formar a nuevas generaciones, la cual fue una de sus grandes preocupaciones”.
El secretario de Cultura se declaró muy satisfecho de la colaboración establecida entre el gobierno de Michoacán y el Museo de arte Contemporáneo, evocando de entrada los lazos tendidos para la reciente exposición colectiva dedicada a artistas serbios contemporáneos. “Esa experiencia me dejó en claro que los artistas de Michoacán deben salir y explorar nuevos rumbos”.
Concluiría: “Los hombres de Michoacán somos los que hacemos a Michoacán, los que lo hemos hecho, entre ellos Alfredo Zalce. Michoacán es un estado lleno de muchos problemas, pero también de vida. Sólo a través de la cultura vamos a poder superar nuestros problemas”.

Alma Zúñiga y José Juan Viveros, de San Juan Nuevo, durante la intervención musical.

Aperitivo musical
En forma previa a los discursos de protocolo, la ceremonia de inauguración comenzó en el auditorio del Museo con un programa musical de pirecuas y sones terracalentanos a cargo de Alma Zúñiga Viveros, quien abrió la sesión musical con el tema Flor de Canela, acompañada a la guitarra de José Juan viveros, ambos procedentes de la comunidad de San Juan Nuevo. La intervención musical, de seis temas, concluyó con un huapango.

La directora del Museo Nacional de la Acuarela, Beatríz Gaminde.

Beatríz Gaminde: Zalce
y la visión humanista

Mientras, al abrir las intervenciones inaugurales, la directora del museo y anfitriona del evento, la acuarelista Beatriz Gaminde, indicó que es un honor para el Museo nacional de la acuarela mostrar esta retrospectiva, “como resultado de un esfuerzo conjunto con el gobierno de Michoacán y el MACAZ, a favor de uno de los grandes artistas que ha dado México”.
Recordó que Zalce es el último de los muralistas del arte revolucionario del siglo XX en México. Alumno de Mateo Saldaña, Germán Gedovius y Diego Rivera, fue docente en Universidad de Nuevo Leon, en la Escuela Popular de Bellas Artes, en Morelia, así como fundador del Taller de la Gráfica Popular y de la Escuela de Pintura de Taxco, entre otros espacios formativos.
“Fue un hombre que trabajó hasta el final de sus días –ponderó–. Con una gran creatividad transitó por diferentes técnicas, yendo del estuco y la acuarela a todas las técnicas del grabado y la orfebrería”.
Describió sucintamente los temas de su obra como inspirados por “una visión humanista que refleja su preocupación por el ser humano y las causas sociales”, a pesar de lo cual también “fue capaz de retratar escenas cotidianas con una profunda naturalidad y belleza”. Acentuó asimismo que su obra, forma parte del acervo de recintos como el Museo de Arte Moderno (MAM) de la ciudad de México y del Museo Metropolitano de Nueva York. También figuran trabajos suyos en galerías y museos de naciones tan distantes como Suecia, Varsovia y Sofía
Gaminde agradeció especialmente la colaboración de Azucena Solórzano “por ser el enlace cuidadoso entre las tres instituciones organizadoras de la exposición “y por el amor a la obra de quien fuera su maestro, Alfredo Zalce”.De la misma forma, agradeció a todos los coleccionistas que apoyaron el proyecto para dar a conocer la obra de Zalce, “para que obtenga un justo lugar en el conocimiento de la cultura de los mexicanos”.

La autora visual Rina Lazo durante la semblanza

Rina Lazo: Zalce desde el recuerdo
A su vez, la autora Rina Lazo, veterana guatemalteca quien fue asistente de Diego Rivera y alumna de Zalce cuando ella llegó a México a estudiar pintura, en los años cuarenta, ofreció una sentida semblanza del realizador.
“El hecho de haber nacido durante la Revolución Mexicana lo marcó con una conciencia hacia su realidad. Y el hecho de ser hijo de padres fotógrafos le dio un primer impulso hacia la expresión a través de la plástica”.
Evocó: “Lo conocí en 1946, cuando llegué becada a La Esmeralda. Fue mi maestro de pintura al óleo”.
Recordó una visita al Paricutín y la recomendación que le hizo Zalce: “pinta los paisajes de mi tierra con colores brillantes”.
“Lo obedecí –narró Lazo– e hice una serie de cuadros pequeños registrando paisajes, trojes y gente que veía al pasar. Esos cuadros los fui dejando en la escuela conforme los concluía y curiosamente fueron desapareciendo. Intrigada, investigué y descubrí que al parecer eran tan atractivos que algunos de mis compañeros los sustraían de la escuela y se los vendían a los turistas para irse a la cantina y la pulquería con ese dinero”.
De su trato cotidiano con Zalce dijo que “era un maestro cumplido en su clase y de trato gentil. Nos daba a los alumnos la confianza de acercarnos a él y comentar acerca de diferentes temas artísticos”.
Recuperó asimismo la participación de Zalce con organismos revolucionarios populares, comenzando por la LEAR y luego el TPG. “Fue una época de autores que se congregaban y se organizaban en pos del bien común, a diferencia del individualismo que impera hoy”.
Concluiría recordando que durante la embestida del Estado contra la Escuela Mexicana de Pintura, Zalce retornó a su tierra natal, como también lo hicieron otros autores, entre ellos Olga Acosta y José Chávez Morado.
También se congratuló de todos los reconocimientos que se le entregaron a Zalce en vida, entre ellos la creación del premio de Artes Plásticas Alfredo Zalce, en 1979.
“Llevo en mi corazón el cálido abrazo que recibí del maestro Zalce al reencontrarnos después de muchos años en el palacio de Bellas Artes durante su magna retrospectiva Zalce Total”.

La directora del MACAZ en el cierre de las intervenciones de protocolo.

María Eugenia Fuentes
Lanning: retos del MACAZ

Finalmente, en su intervención, la directora del Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce (MACAZ) de Morelia refrendó que esta exposición es resultado de un esfuerzo de colaboración entre la Secretaría de Cultura y el Museo nacional de la Acuarela desde un vínculo que se remonta a poco más de año y medio.
Habló de las 26 obras de la exposición que pertenecen a los acervos del MACAZ, todas ellas en distintas técnicas, pues uno de los rasgos que distinguió al autor en vida fue su intensa curiosidad para explorar los más diversos médios e incluso innovar en algunos de ellos.
Por otro lado, también describió la circunstancia del MACAZ y algunos de los desafíos que afronta como el escaparate institucional más importante para las artes visuales en la entidad.
“En el museo no tenemos instalaciones muy amplias, considerando la necesidad de dar cabida a autores diversos, tanto locales como nacionales e internacionales. Tenemos que dar respuesta a una pujante comunidad artística y desde 1993 llevamos el nombre del maestro Zalce. Este último hecho, en particular, nos significa una doble responsabilidad”.
En este sentido celebró las relaciones de colaboración que el MACAZ ha podido establecer en los últimos años con instancias como (en este caso) el Museo Nacional de la acuarela. “Esta exposición es parte de las múltiples relaciones de colaboración que hemos tendido con otras instancias y esperamos muchas más en los siguientes años”.